viernes, 26 de agosto de 2011

APUNTES VERANIEGOS: SOLUCIONES A LA CRISIS

2) RECUPERAR LOS VALORES DEL ESFUERZO Y LA AUSTERIDAD


Ante los recientes sucesos en el Reino Unido, el primer ministro David Cameron ha denunciado con contundencia la profunda crisis de valores que afecta a una buena parte de los jóvenes. En particular, ha dicho que estamos frente a una “…falta total de responsabilidad, falta de una adecuada crianza de los hijos, la falta de educación adecuada, la falta de ética, la falta de moral adecuada. Eso es lo que tenemos que cambiar. No hay un detonante que pueda cambiar estas cosas. Se trata de los padres, se trata de la disciplina en las escuelas, se trata de asegurarse de que tenemos un sistema de bienestar que no recompensa la inactividad. Es todas esas cosas”.
El mismo Papa durante las JMJ de Madrid ha criticado también la ausencia de referentes y de valores que afecta a muchos jóvenes.
Tanto Cameron como el Papa actual preconizan la necesidad de inculcar unos principios sólidos de conducta a los jóvenes. ¿Cuáles? Posiblemente la visión de los valores a inculcar sea muy diferente para cada uno de ellos. Pero el problema no radica solamente en qué principios hay que transmitir sino si esto es posible en una sociedad marcada en gran medida por el hedonismo y la satisfacción inmediata.
Se avecinan tiempos duros, la crisis económica no ha hecho más que empezar (aconsejable el libro de Santiago Niño Becerra, El crash del 2010), la generación de jóvenes actual va a vivir bastante peor que la de sus padres, y en todo ese contexto les queremos exigir austeridad y sacrificio cuando la esencia misma de nuestro sistema capitalista consiste precisamente en todo lo contrario. (Me refiero obviamente al capitalismo actual, al turbocapitalismo, no al capitalismo de las primeras etapas)
Pienso que estamos ante unas reflexiones muy hipócritas o, en el mejor de los casos, muy ingenuas: No se trata únicamente de que los jóvenes aprendan a vivir bajo los valores del sacrificio y la austeridad, sino que para ello los adultos, los padres, profesores y en general los que tenemos algún predicamento sobre los jóvenes debemos recuperar primero esos valores porque difícilmente se puede transmitir aquello que no se practica con el ejemplo.
Mucho me temo que este cambio vendrá dado por la fuerza imparable de los acontecimientos, por la recesión galopante y el derrumbe del Estado del Bienestar, espejismo fugaz nunca suficientemente valorado ni defendido. Mucho me temo también que los adultos seguirán criminalizando a los jóvenes sin reconocer la gran responsabilidad que corresponde a una sociedad caótica y egoísta.
Tiempos interesantes en suma, aunque, como dice el Nobel Paul Krugman, esta afirmación haya que entenderla “en el peor de los sentidos”

martes, 9 de agosto de 2011

APUNTES VERANIEGOS: SOLUCIONES A LA CRISIS

1) DEJAR DE MIMAR Y ENGAÑAR A NUESTROS ALUMNOS: NO SE LO MERECEN

Me he dado cuenta de que tengo este Blog del profesor quemado bastante abandonado, así que me permito dirigirme a vosotros, lectores desconocidos y espero benevolentes, para compartir algunas reflexiones que me inquietan. Ya me diréis, si os parece, qué pensáis sobre las mismas.
Yo no se vosotros si tenéis también una sensación de desasosiego cada vez que veis los noticiarios o leéis la prensa, pero los datos económicos son para desmoralizar: que si baja el IBEX, que si sube la prima de riesgo, que si el paro se dispara…. Desolador panorama sobre todo cuando los políticos ponen la guinda diciendo que no hay recesión, que las cosas van mejorando, que la situación es preocupante pero tampoco es grave…Y me estoy refiriendo a políticos de todo signo, tanto conservadores como supuestamente progresistas.
Ante todas estas declaraciones y ante todo este alud de datos económicos, me gustaría compartir una conversación que tuve hace ahora cuatro años, antes de la crisis, con uno de mis alumnos: un chaval de los que enloquecen al profesorado con sus comportamientos disruptivos, pero que en el fondo, en las distancias cortas, no era tan horrible, casi un poco ingenuo, ya que se sinceró conmigo, en un momento en que estábamos solos en la sala de guardia en que permanecía expulsado por una nueva tropelía. Le pregunté que qué pensaba sobre su futuro y con sinceridad pasmosa me dijo que para qué tenía que estudiar cuando su padre, analfabeto, dirigiendo una cuadrilla de trabajadores en la construcción ganaba mucho más que cualquiera de nosotros. Ante esto, le comenté que las cosas podían cambiar, como así ha sido, y que la cultura permanece, que ese activo queda para siempre, etc. Me miró con estupor y comprendí que mis argumentos no le podían convencer.
Pues bien, hemos llegado al momento en que los padres de este chaval se han dado ya cuenta de que estamos en recesión, de que no hay trabajo. Pero nuestros políticos no quieren aceptar el mensaje y si no lo hacen los políticos mucho menos lo van a hacer chavales mimados e hiperprotegidos como los de la anécdota que os cuento. Y es que la realidad es tozuda y siempre se impone. SE HA ACABADO EL SUEÑO DEL PROGRESO INDEFINIDO QUE NO PASA FACTURA, EL SUEÑO ESPECULATIVO Y LÚDICO. HAY QUE CAMBIAR EL CHIP. Los valores del esfuerzo, de la austeridad, del trabajo paciente, valores en que se basaba el capitalismo de los primeros tiempos, van a ser nuevamente necesarios. Lo que me preocupa son estos alumnos que solo tienen como referente una sociedad marcada por el consumismo desenfrenado, unos alumnos caprichosos y consentidos por unos padres que no se atreven a contrariarles. Decirles que estamos inmersos en una profunda crisis y que tendrán que esforzarse mucho para poder sobrevivir es algo doloroso pero necesario. Si les seguimos protegiendo, como los políticos quieren hacer con la sociedad, estaremos negándoles la posibilidad de salir de la crisis, estaremos insultándoles al pensar que no pueden digerir las cosas. La realidad es dura, pero no les tomemos por imbéciles. No se lo merecen